Ermita de Santa Ana, del siglo XVII, de estilo Neoclásico. Aparece situada en el extremo septentrional del núcleo de población como fondo de una de las salidas que presenta una hermosa perspectiva. La planta es centralizada, de cruz griega, prolongada en la nave principal por un segundo tramo, a modo de pórtico, que se cubre por bóveda de medio cañón con lunetos y el crucero una cúpula hemiesférica sobre pechinas.
En las esquinas del cuadrado se disponen a los pies dos capillas laterales con bóveda sobre pechinas y en la cabecera sendas sacristías. Esta estructura queda claramente expresada al exterior, construido con muros de ladrillo con cornisa aplantillada de sencilla molduración.
La cúpula se trasdosa mediante un tambor octogonal; a un nivel más bajo se forma la cruz mediante los cuerpos de la nave, los brazos del transepto y el presbiterio; el nivel inferior, que completa la planta cuadrada está compuesto por los cuerpos situados en las esquinas y la cornisa se prolonga en los frontales laterales del crucero.
La fachada presenta una acusada formalización neoclásica con pares de pilastras jónicas de orden gigante flanqueando la calle central donde se sitúa la portada, adintelada y con ménsulas de bocel, una hornacina y un gran óculo de iluminación de la nave. Sobre el entablamento que descansa en los capiteles de las pilastras se dispone el frontón, de considerable volumen en su molduración.
Iglesia Parroquial del siglo XIII, dedicada a San Pedro. Su torre, de estilo Mudéjar, fue construida por el arquitecto Juan de Sariñena. La obra comenzó en 1.514 y terminó en 1.551, ha sido declarada Patrimonio Mundial, junto con el resto de la Arquitectura Mudéjar de Aragón, por el Comité de Patrimonio Mundial, el 14 de diciembre de 2.001.
Fue restaurada recientemente, así como rehabilitada la cubierta de la Iglesia. En el interior existe un retablo de estilo barroco de madera tallada. También se puede apreciar un órgano de la segunda mitad del siglo XVIII, construido probablemente por Thomas Sánchez en 1781, fecha que aparece en dos inscripciones hechas en el propio instrumento.
Está situado en un balcón lateral del coro. La caja es de estilo neoclásico rural. Su estética sonora es la propia del órgano barroco. Se inició su restauración en 1.987 y aunque estaba muy deteriorado, se puede decir de el 85 % pertenece al instrumento original. Tras esta actuación ha sido posible la organización de numerosos conciertos de órgano, contando con músicos de talla internacional.
Palacio del Barón de Guía Real. Sus muros están siempre cubiertos de hiedra, que trepa hasta el torreón almenado. Originariamente perteneció a la familia de D. Juan de Lanuza, Justicia de Aragón, quienes iniciaron su construcción para utilizarlo como residencia veraniega. La parte más antigua que todavía se conserva hoy es la torre del homenaje, de estilo gótico, cuya construcción finalizó hacia 1470, y que está decorado con el escudo de la familia Lanuza-Pimentel.
La casa-palacio aúna elementos de diferentes épocas y estilos. En la actualidad predominan elementos de estilo neoclásico, fundamentalmente en la fachada noble. Los jardines son de estilo francés, es decir de trazado geométrico. El conjunto también está rodeado de zonas de arbolado y campos de labor.
La zona residencial tiene planta en “L”, en la que se distinguen dos cuerpos. El de mayor longitud es el más antiguo y en el centro se sitúa el torreón de sillar. Sus muros están siempre cubiertos de hiedra, que trepa hasta el torreón, lo que le proporciona una característica bastante singular. El de menor longitud es de planta cuadrada y fue añadido con posterioridad. Presenta un tratamiento distinto en cada una de sus caras exentas.
Interiormente ha sufrido diversas reformas para adaptarse a los gustos de sus sucesivos propietarios, y se desconoce si se conservan bienes muebles de interés histórico artístico.
Su estado de conservación presenta deficiencias concretas, que se han ido reparando sin un criterio constante.
En 1984 fue declarado Monumento Histórico-Artístico, con carácter provincial. Posteriormente fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento por Decreto 285/2001, de 6 de noviembre del Gobierno de Aragón.
Palacio de La Alfranca. En el término municipal de Pastriz se encuentra la Reserva Natural de los Galachos de La Alfranca. En ella está el Centro de Interpretación de la Naturaleza gestionado por la D.G.A. Este lugar es muy visitado por colegios y particulares que acuden al Galacho, bien para su estudio o bien simplemente de modo lúdico, ya que este Galacho es único en su género, con una importante superficie de aguas libres y de carrizal, es el mejor conservado.
En él se encuentra el principal valor zoológico del espacio protegido de los Galachos, como es una colonia de martinetes, que cuenta con unos 160 individuos reproductores (En toda España sólo hay 2.500 individuos).
Destaca también la presencia del raro avetorillo, la garza real y la imperial, el aguilucho lagunero, la focha común, la polla de agua, el ánade friso, la cerceta común, el galápago leproso y el europeo, el azor, la gineta, el tejón el zorro o el jabalí. Entre la vegetación destaca el carrizal, el álamo blanco, el chopo, sauces, tamariz, fresno u olmo.
Recientemente se ha inaugurado en el Palacio de Palafox y el Convento restaurados en CENTRO INTERNACIONAL DEL AGUA Y DEL MEDIO AMBIENTE del Gobierno de Aragón.
Convento de San Vicente de Paúl habilitado como centro de interpretación del medio natural de Aragón pone a disposición del visitante un amplio espacio expositivo donde descubrir el valioso patrimonio Natural de Aragón. Construido en 1884 es el edificio más tardío. Adscrito al estilo neogótico y concebido como obra austera y funcional, incluye la iglesia de planta de cruz latina de nave única y cabecera poligonal. Las dependencias conventuales se distribuyen en torno a un patio central, en dos plantas. Acogió a los Padres Paules hasta 1897.