Por: Fundación Rey Ardid
La actividad física es esencial para envejecer de forma saludable
A medida que nos hacemos mayores nuestro cuerpo sufre una serie de cambios, aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y alteraciones del sistema musculoesquelético entre otros. Además, la actividad física no solamente mejora nuestras capacidades funcionales, sino que también nos aporta múltiples beneficios a nivel emocional y mental.
Se recomienda a las personas mayores realizar, al menos, 150 minutos de actividad física moderada a la semana. Como mínimo 20 minutos al día. OMS / Organización Mundial de la Salud
Haciendo ejercicio, vencemos el sedentarismo y el aislamiento. Fomentamos la autonomía y mejoramos nuestra calidad de vida. Durante esta etapa de la vida es fundamental mantenernos activos y realizar ejercicio regularmente.
¿Cuáles son los beneficios de la actividad física en las personas mayores?
Los beneficios más importantes de la actividad física en mayores son:
- Conserva la fuerza muscular, el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad.
- Reduce el riesgo de caídas y la gravedad de las mismas.
- Evita la rigidez de las articulaciones.
- Ayuda a prevenir enfermedades como la diabetes, hipertensión, artrosis, osteoporosis y sobrepeso.
- Estimula las conexiones neuronales disminuyendo el riesgo de padecer Alzheimer y otros tipos de demencia.
- Minimiza el riesgo de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer como el de colon o el de mama.
- Regula la digestión y previene el estreñimiento.
- Fortalece el sistema inmune.
- Mejora la imagen corporal y la autoestima.
- Aumenta la calidad del sueño.
- Disminuye el estrés y el riesgo de depresión, ya que se liberan endorfinas que generan sensación de bienestar.
- Favorece las relaciones sociales evitando el aislamiento.
¡Rompe los periodos de inactividad!
¿Cuántas horas al día te pasas sentado? Permanecer inactivo más de dos horas seguidas aumenta el nivel de riesgo cardiovascular. Así que organízate, busca tareas para levantarte cada cierto tiempo y muévete. Si nunca has hecho ejercicio, siempre es buen momento para empezar.
Romper el sedentarismo introduciendo breves periodos de actividad física, favorece el envejecimiento saludable y previene el riesgo de padecer fragilidad y dependencia.
Factores a tener en cuenta a la hora de elegir una actividad física para mayores:
- Que se adapte a nuestra condición física: Debemos conocer nuestras limitaciones y necesidades a nivel físico. De esta forma, si elegimos una actividad que podamos realizar de forma cómoda sin que implique un sobreesfuerzo, reducimos el nivel de frustración y el riesgo de lesiones.
- Que sea progresiva: Empezaremos con una intensidad baja y poco a poco iremos aumentando. No tenemos que sentirnos especialmente cansados después de realizarla y mientras la practicamos, no tiene que afectar a nuestra respiración.
- Que sea significativa: Si nos resulta gratificante y nos genera bienestar tendremos interés en realizarla, lo que afianza la continuidad de la misma.
- Que nos relacione con el entorno: Si podemos realizar una actividad física al aire libre y/o en grupo, tenemos la posibilidad de interactuar con el entorno, aumentando la sensación de bienestar y favoreciendo las relaciones sociales.
¿De qué formas pueden realizar ejercicio físico las personas mayores?
Los adultos mayores forman un colectivo muy heterogéneo. Podemos encontrar personas muy activas con una edad avanzada y buen estado físico, o personas más jóvenes que presentan más limitaciones a nivel físico o cognitivo.
Las personas con movilidad reducida, deterioro cognitivo o enfermedades crónicas, no por ello deben privarse de mantener una vida activa. Es por ello, la clave está en la ADAPTACIÓN. Ya que como hemos dicho, la actividad física que se vaya a realizar debe ser adecuada y adaptarse a las necesidades de cada persona. Como profesionales, desde el Área de Mayores Rey Ardid, estudiamos detenidamente cada caso para proponer siempre la actividad más indicada a cada persona en función de sus limitaciones.
Podemos diferenciar la actividad física en mayores en 4 tipos:
Ejercicios de resistencia en mayores
Aumentan la capacidad respiratoria y mejoran la frecuencia cardíaca. Andar, ir en bicicleta y bailar pueden ser una buena opción.
Ejercicios de fuerza en mayores
Nos ayudan a fortalecer los músculos y mantener estables las articulaciones. Ejercicios con pesas o actividades aprovechando la resistencia del agua formarían parte de este grupo.
Ejercicios de equilibrio en mayores
Actividades como el Tai Chi o los circuitos de obstáculos mejoran el equilibrio, ayudándonos a evitar y prevenir de caídas en personas mayores.
Ejercicios de flexibilidad en mayores
Aumentan la elasticidad muscular y nos ayudan a relajar el cuerpo. Un ejemplo de este tipo de actividades serían el Yoga o Pilates. Debemos saber que, aunque un tipo de actividad predomine más que otro, toda actividad física en mayores tiene un componente de resistencia, fuerza, equilibrio y flexibilidad.
Dicho esto, existe una gran cantidad de actividades que pueden realizar las personas mayores. Lo único que tenemos que hacer es elegir la que más nos guste ¡y adelante!
Cualquier momento es bueno para empezar a hacer ejercicio.