Dra. Jara Marcos, Ana María (Traumatólogo: 05/1801/05 – www.doctorajaramarcos.com)
El tratamiento farmacológico de la lesión muscular es un tema controvertido y con relativa poca evidencia científica con respecto a algunos fármacos. Estos tratamientos deben dirigirse a interferir en cada una de las fases del proceso biológico de reparación del tejido (ya sea en la fase inflamatoria, regenerativa o en la formación del tejido fibrótico).
Una de las claves del tratamiento es evitar que la reparación se realice o finalice en forma de cicatriz fibrótica, ya que es la de peor pronóstico, tanto para la recuperación como posible re lesiones futuras.
Entre la farmacología indicada están:
– Analgésicos antiinflamatorios: la utilización de aines durante las primeras horas tras la lesión muscular es un debate, ya que su uso, en cualquier caso muy extendido, estaría a favor de disminuirla y retrasar la fase inflamatoria inicial, que se inicia a las 24 horas y que daría paso posterior a la realización de la siguiente fase de regeneración posterior (por retrasar dicho proceso).
Además, el uso de analgésicos, produciría ausencia de dolor, ocultando así el síntoma de alarma que nos lleva y favorece el estudio y por lo tanto, el diagnóstico de la lesión.
– Miorrelajantes: no aportan ningún tipo de efecto beneficioso en el proceso de reparación, por lo que, aunque su uso está muy extendido, no está indicado.
– Antifibróticos: como el interferón, suramina, decorita y más recientemente el losartán. Su uso se basa en el criterio de inhibición del factor de crecimiento transformante B de acción fibrosante. Las cicatrices fibróticas confieren una disminución de las características viscoelásticas del músculo y pueden conducir a la atrofia del músculo y laceración del patrón neuromuscular y por tanto mayor riesgo de padecer una re lesión.
– Hiperbaria: la hiperoxigenación del tejido lesionado está en proceso de investigación, puede tener resultados eficaces desde el punto de vista de aceleración de la recuperación.
– Infiltraciones: Los corticoides son muy utilizados, pero prevalece la idea de que tiene un efecto degradativo sobre la estructura y arquitectura musculoesquelética. Favorece la re rotura, así como la pérdida de masa muscular. A dosis elevadas provocan miopatías y debilidad muscular.
En cuanto a las infiltraciones de Traumeel, tratamiento homeopático, compuesto por extractos de plantas y minerales diluidos, no existe evidencia científica de que su infiltración tenga propiedades antiinflamatorias o analgésicas.
Las infiltraciones de plasma rico en plaquetas son una terapia que pretende mejorar el proceso de reparación hística influyendo en la fase de reparación, inflamación, angiogénesis y síntesis de matriz extracelular. Factores proinflamatorios y antiinflamatorios, estimuladores de mioblastos, neovascularizantes y fibrosantes. Efectos beneficiosos con más de una infiltración.
Por último, las infiltraciones con estroma vascular, o Células Madre, son muy controvertidas en el momento actual, pero una de las opciones más claras de tratamiento para las lesiones musculares.