Villafranca de Ebro, entre otros lugares, perteneció a la baronía de Alfajarín, que durante el siglo XIV perteneció a los Cornel.
El apelativo franca se debe a las franquicias que le otorgó el 3 de noviembre de 1437 Alfonso V de Aragón, cuando Juan Mur compró la baronía de Alfajarín.
En 1468 la baronía pasa a manos de Gaspar de Ariño, fundador de la la baronía independiente de Osera, en 1491. Al poco Villafranca pasa a los Villalpando-Funes, señores de la baronía de Quinto. Sus sucesores fueron desde 1626 Marqueses de Osera.
Sobre 1657 Juan Miguel Iñíguez Eraso, infanzón zaragozano, es nombrado primer Marqués de Villafranca de Ebro por concesión de Felipe V de España en 1703.