Por arnidol.com
El deporte y la vida sana son las bases para tener un buen futuro, ¿verdad que sí? Los niños y niñas que empiezan una práctica deportiva temprana tienen facilidad para incorporarla de manera natural a sus vidas. Si tu peque es de esos que necesitan quemar energía todo el tiempo (¿y cuál no lo es?) practicar un deporte le ayudará a hacerlo.
¿Quieres que pruebe un deporte que se salga del estándar? Proponle el voleibol para niños. Te contamos por qué es una buena idea para incorporarla a la agenda de extraescolares.
Características del voleibol
¿Sabes cómo se juega al voleibol? Lo más básico son el balón y una red, que divide la cancha en dos. Un equipo se sitúa en cada lado de la cancha con el objetivo de hacer llegar el balón al otro, hasta que uno de los dos falla o lo deja caer. Para impulsar el balón se emplean los brazos, sin arrastrarlo, retenerlo o acompañarlo. Se saca desde el fondo de la cancha, y cada equipo dispone de tres toques para devolver el balón.
Los equipos están compuestos por seis jugadores organizados en dos líneas: la de ataque, que está pegada a la red, y la de defensa, que está más atrás. Se juega a 5 sets y gana el set el primer equipo que llegue a 25 puntos con dos de diferencia sobre el tanteo del rival. Si es necesario llegar al quinto set, el de desempate, se jugará a 15 puntos.
Beneficios del voleibol para niños
Si tu peque muestra interés por practicar voleibol, anímale. Se trata de un deporte completo en el que se ejercita todo el cuerpo, con poco contacto físico y un índice bajo de lesiones. El voleibol es un deporte fantástico ser practicado por grupos de niños y niñas, que aprenderán el valor de la cooperación y el trabajo en equipo. Es un deporte con un alto componente socializador. Desarrolla además el control mental, el equilibrio y la concentración. También enseña a la mente a adaptarse a situaciones muy diferentes en poco tiempo.
Pero los beneficios del voleibol para niños van más allá de los mentales:
- Aumenta las capacidades motoras.
- Mejora la capacidad de reacción y de realizar movimientos rápidos en poco tiempo.
- También mejora el control físico.
- Aumenta la resistencia.
- Desarrolla la coordinación ojo – mano.
- Aumenta la capacidad aeróbica y mejora la salud del corazón.
El voleibol puede empezar a practicarse entre los 6 y los 10 años, pero hasta los 13 años, más o menos, los niños y niñas no comenzarán a competir y conocer los aspectos más técnicos. Como en el caso del tenis, también tiene su versión «mini» para los de menos edad. El campo es más pequeño, el balón más ligero y los equipos están compuestos por un número inferior de jugadores.
Como ves, el voleibol para niños está lleno de ventajas. ¿Te animas a que tu hijo o hija lo descubra?