Publicado por FisioterapiaMadrid
Realizar cualquier actividad física supone un esfuerzo extra por parte del cuerpo, por lo que efectuar dichos movimientos de forma adecuada y compensada, será la mejor solución para alcanzar un equilibrio corporal, que resulta imprescindible para practicar deporte de una forma habitual. Con esto queremos decir que, habrá que distribuir el trabajo de todo el cuerpo a lo largo de los días de la semana que se realice ejercicio, de forma que el balance final sea el esperado tanto en resultados visibles, como en equilibrio corporal, manteniendo la postura más saludable y potenciando aquel grupo de músculos que se encuentre descompensado en ciertos movimientos.
En definitiva, de lo que se trata es de que se practique ejercicio de forma controlada, razonable y equilibrada en todo momento, para evitar desajustes musculares, y para compensar en todo momento las estructuras afectadas en cada movimiento que se realice. Solo así será posible que el hecho de realizar ejercicio y deporte, se convierta en una acción saludable y beneficiosa para el cuerpo.
MOVIMIENTOS DE LOS MUSCULOS
La clasificación de los músculos se realiza según sus movimientos, de forma que cada músculo hace un movimiento parcial, y entre un conjunto de varios, se ejecuta el movimiento total, y así el trabajo que ejecutan es un trabajo en equipo. En cualquier movimiento existe un músculo que contrae y otro que relaja, y cada uno adopta un papel secundario o principal según la finalidad de cada movimiento.
Se llaman músculos agonistas a aquellos que se responsabilizan del movimiento, y que en consecuencia realizan la acción, y los antagonistas son los que continúan el movimiento para que el cuerpo siempre se encuentre en equilibrio.
Un trabajo equilibrado entre los músculos agonistas y antagonistas evitará todo tipo de lesiones, y una compensación entre ellos, de forma que se evitarán sobrecargas musculares innecesarias, y problemas de equilibrio estructural al entrenar cualquier deporte.
Por otro lado, es probable que sí solo se trabaja una parte del movimiento, es decir el músculo agonista, llegará un momento en el que ese músculo se estancará y no realizará ningún tipo de avance, con el principal objetivo de no sufrir lesiones.
El truco para disfrutar de una excelente salud músculo-esquelética, es trabajar tanto los músculos agonistas como los antagonistas, de forma que exista una compensación real entre ellos, y un equilibro muscular que mantenga activos a todos los grupos musculares implicados en los diversos deportes que se pueden practicar.
ENTRENAR CON EQUILIBRIO Y COMPENSACION
El interés de un determinado tipo de entrenamiento recae, sobre todo, en aumentar la conciencia del que entrena de que su cuerpo debe estar en equilibrio constante, para evitar lesiones, y por supuesto, para trabajar la línea de la compensación muscular y corporal, que en realidad, se encuentra muy vinculada a la prevención de lesiones de cualquier tipo. El hecho de que un músculo se trabaje en su totalidad, es un acierto absoluto, ya que ayuda a que se compense en el mismo movimiento que realiza. Para ello existen diversas formas de entrenar que potencian estos objetivos.
Trabajar cada músculo desde todos sus ángulos es una opción muy buena para alcanzar ese nivel de compensación y equilibrio que se busca, esto quiere decir, que cuando se trabaja un músculo se realizarán tres series en cada uno, con una intensidad en movimiento que debe ser máxima, de manera que el rendimiento muscular alcance su cota máxima tanto en un movimiento como en otro dentro del mismo músculo.
La compensación se hace necesaria en la misma medida en la que cada grupo muscular desencadena un movimiento diferente, es decir, que se considera de máxima importancia que el cuerpo quede equilibrado al realizar una actividad física, tanto a la hora de ejecutar el movimiento como de estirar el músculo, para que la fatiga muscular no se perciba incómoda, sino importante para llevar a cabo la consecución de los movimientos que se hayan establecido como necesarios en cada entrenamiento.